Una gata callejera, llamada Jenny, vivía en una alcantarilla. Fue rescatada y llevada a un refugio local. Estaba significativamente desnutrida. También descubrieron que Jenny estaba embarazada. Era imperativo que la salud de Jenny mejorara para que sobreviviera al parto.

Los voluntarios trabajaron incansablemente para cuidar a Jenny y lograr que estuviera lo más saludable posible. ¡Sus esfuerzos funcionaron! El único problema era que ella era increíblemente asustadiza y no quería tener nada que ver con personas u otros animales. Afortunadamente, con el tiempo, Jenny salió de su caparazón. Pero poco después, Jenny comenzó a actuar de forma extraña. Dejó de comer y volvió a sus antiguos comportamientos.

El cambio de comportamiento de Jenny solo podía significar una cosa: ¡la gata se estaba poniendo de parto! Unos días después, Jenny dio a luz a cinco gatitos sanos. Sin embargo, a medida que los gatitos crecían, un bebé no se parecía a ninguno de los hermanos. ¡Su abrigo estaba rizado! Era como si se hubiera hecho una permanente. Fue la cosa más extraña. Incluso el veterinario se rascaba la cabeza. ¡Nunca había visto un gatito así!

El veterinario hizo pruebas y encontró que el gatito estaba perfectamente sano. Aseguró a todos que su apariencia no afectaría su calidad de vida. Luego, el refugio trajo a un criador de gatos experto que sabía todo sobre los felinos. El criador también estaba perplejo, pero aún quería adoptar al gatito. ¡El experto afirmó que el gatito era el gato más hermoso que había visto en su vida!

¡Lo que sigue es toda una historia! Si bien nos encanta esta historia, le recomendamos encarecidamente que adopte de su refugio local o grupo de rescate. ¡Demasiados animales de refugio necesitan hogares para siempre y son compañeros increíbles! ¡La adopción salva vidas!