Buddy y Hobbs vinieron a vivir con su madre adoptiva Camille una vez que un grupo de rescate intervino y salvó a la manada de una situación de acaparamiento. La pareja unida estaba traumatizada, incluso salir a la calle para hacer sus necesidades era abrumador. Camille tuvo que llevarlos, uno por uno, al patio.

Camille entendió que los dos perros necesitaban relajarse. Los puso en una habitación cómoda y los visitó con frecuencia. Se sentaba en silencio junto a ellos y les leía. Buddy y Hobbs finalmente se entusiasmaron con Camille y la saludaron en la puerta, moviendo la cola.

La madre adoptiva quería aclimatar a los cachorros para que salieran solos, así que les dio de cenar en la puerta trasera. Si no pensaran que la puerta daba tanto miedo, tal vez la atravesarían. ¡Y funcionó! Buddy y Hobbs pronto atravesaron la puerta y entraron al patio donde jugaron con los otros perros de Camille. ¡Qué espectáculo tan glorioso de ver!

Dado que la pareja no debe separarse y un perro es ciego, Camille reza para que encuentren un hogar amoroso juntos. Fomentar animales necesitados es muy importante. ¡Gracias, Camila, por todo lo que haces! Para ver la historia completa de Buddy y Hobbs, ¡mira el video a continuación!